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Lecturas

Publicado en el número 34 de la revista Mavirock, abril de 2016

Lecturas
por Andrea Álvarez Mujica

 

Un error maravilloso
Federico Lisica
Colección Puro Barullo (2016)
Editorial Hormigas Negras

Un error maravilloso

“Los veinticuatro son la fecha límite para lograr un cometido en la vida, el resto de tus días, pibe, van a estar marcados por lo que hiciste hasta entonces. Así que tenés un changüí de algunos meses”. La sentencia de un peluquero de su madre, dicha al pasar empuñando el secador de pelo, puede interpretarse como una suerte de amenaza para Martín Vulpes que transita el final de la primera juventud o de una post adolescencia tardía. La frase es dicha en la primera página de la novela y no se vuelve sobre ella en ningún momento, pero de una forma subterránea, opera en Martín un imperativo de trasformación y logro que trasciende las listas chistosas de objetivos anuales y los distintos planes formales, informales y triunfantes que están en la superficie: encontrar trabajo, cumplir con los pedidos de los padres, ganar el torneo con Los Marselleses, el equipo de fútbol de sus excompañeros de colegio, divertirse y tener una intensa actividad sexual; sí, todo eso y algo más.

La canción de Iggy Pop Livin On The Edge Of The Night, le da la entrada a Julia, vecina de Martín, una chica que dice vivir dentro de una película de género, y que irrumpe en una escena que se podría clasificar de comedia costumbrista, pero que el espesor de Iggy la lleva a otra categoría. La letra de la canción dice: Saliste del río. Columnas de humo para ciegos, se desvanecen. Cabalgando libre y sólo en este pueblo mío. Estoy mirando hacia atrás. Tal vez conozca a algunas personas. Tal vez rompa algunas reglas. Pero es la calle, nena, tengo que competir, no soy ningún tonto. Así es que tomo un poco del mal con el bien. No es solo blanco y negro. Todavía no es sólo blanco y negro. Tenés que lidiar con lo real. Viviendo al borde de la noche. Cada deseo salvaje, llama desde la oscuridad. He hecho mi cama, pero no puedo arriesgar mi cabeza, mientras nado con tiburones. Todo el mundo necesita algo. A veces no sé porqué, pero bueno, es tanto lo que ha sido mal entendido, en un abrir y cerrar de ojos. Decías que no te gusta mi vida. Entonces viví la tuya y yo mantendré la mía. Rodando como una rueda por la ciudad. Viviendo en el borde de la noche. Y cuando la lluvia negra caiga, en esta ciudad fría y gris, te estaré esperando. Esperando en el borde de la noche. Viviendo al borde de la noche.

Entre el ridículo y la épica romántica, Martín trepa medianeras para espiar a Julia, persigue una bicicleta robada e imagina infidelidades detrás de una puerta cerrada.

Chapa, Andy y Duque conforman la pandilla de amigos entrañables, con quienes Martín comparte el vicio de robar discos en Musimundo, el pasado escolar, la pasión por el fútbol y un caudal de filosofía sintética y valores solidificados.

La reaparición de Echeverría, un excompañero excéntrico y truhán, arribista, que se presenta como asesor, lleva un chumbo, recibe a los invitados en kimono y tiene una gata que se tira a nadar a la pileta, completa el elenco de personajes.

Una novela impregnada de arte pop y música de rock, con variados guiños generacionales y una atmósfera de fin del mundo o al menos de fin del milenio: empieza en enero de 1999 y termina en diciembre de ese mismo año. En ése periodo Martín se juega por sus amigos y por un amor incierto y pone las fichas que le quedan en un plan enclenque, turbio y de dudoso éxito.

 

Viaje de disfraces
Sebastián Masquelet
Colección Puro Barullo (2016)
Editorial Hormigas Negras

Viaje de disfraces

“Antípodas. Siempre quise estar en las antípodas. No me refiero a una idea política, a una mirada filosófica. Me refiero a inclinar la cabeza, medir con cierta imprecisión, clavar el dedo índice a ciegas y girar despacio el globo terráqueo para ver el lugar exactamente opuesto a donde uno está. Cuatro pasos necesarios para un juego tan frustrante como una batalla naval sin barcos.”

Esteban, el protagonista de esta historia, viaja más interesado en el paisaje humano que en el geográfico. Colgando trajes en Montreal, recolectando manzanas en Nueva Zelanda, esquilando ovejas en Granada o escribiendo poemas en un bar de Lisboa, se pone en la piel o en los zapatos de otros hombres.

Por momentos parece estar tan congelado que no siente compasión ni por las ovejas que clasifica para ser marcadas ni por la adolescente que se prostituye para pagar una hipoteca. Pero sí es capaz de someterse a la rutina de los otros, de los que tienen vidas ásperas y con muy pocas posibilidades o ninguna de elegir, y él, Esteban, un chico porteño que podría estar yendo al cine y a la salida a comer pizza con su novia, está recolectando manzanas y de pronto, cuando comienza a llover, descubre el ardor del agua en sus brazos lastimados por las ramas de los manzanos, y en la nieve de Canadá experimenta el fracaso y la inutilidad de su sistema para mantener los pies secos: bolsita en cada pie, luego la media, luego otra bolsita, y por fin la zapatilla.

Esteban cambia de ciudades, de países, de trabajos y en su recorrido, se encuentra con mujeres y hombres que emigraron, por motivos no siempre cristalinos, personas que construyeron una vida nueva y una rutina en algún punto del globo terráqueo, un punto que alguna vez pudo haber sido elegido así, girando el globo, por azar o tal vez por fantasía, por un sueño o por un conocido que emigró primero y décadas después, están tan vencidos, resignados o vacíos como pueden estarlo quienes aceptaron lo que el porvenir les ofrecía sin más. Esteban viaja y busca, toma micros, aviones, deja atrás personas con las que por unos días compartió mucho, que fueron casi familiares, amantes, amigos, compañeros de trabajo, de rutina, con quienes fichó, a quienes vio esperar la hora del descanso con ansia, con agotamiento, los deja atrás y sigue su viaje porque necesita respuestas o al menos una respuesta que tal vez esté en las antípodas, en algún lugar recóndito del globo, en donde pueda ponerse, como quién se pone una camisa nueva, una utopía.