Autor de El archivo del Honorable Doctor Rudolf Wolfgang Gerhard
“El tipo no busca dinero ni fama, es un sádico”
por Ángela Rossetti
Pablo Marquevichi vivía en Londres cuando un amigo le escribió para contarle que lo habían nombrado ayudante en una cátedra de psicología. La idea del amigo era que ambos escribieran relatos basados en casos reales para ser utilizados como material didáctico. “Tardé cuarenta y siete segundos en tomarme el proyecto para la chacota”, recuerda Pablo. Pensó en la confianza que el paciente tienen en el psicólogo y en qué pasaría si es profesional abusara de su poder. Fue entonces cuando el Honorable Doctor Rudolf Wolfgang Gerhard se le presentó por primera vez. “Un tipo que no busca dinero ni fama, hace lo que hace simplemente porque es un sádico y tiene los medios para ejercer su perversión”.
—De todos los relatos del libro ¿cuál fue el primero que escribiste?
—Curiosamente el primer relato que escribí no está en el libro, no llegó a ser una historia, fue más bien una prosa a la deriva, una cita con el Honorable, un encuentro en el que nos conocimos.
—¿Cuál es la dificultad de trabajar un texto de humor absurdo?
—Lo más difícil es que la gente se ría sin pensar que se trata de una tontería. No quería entrar en el terreno de lo gracioso sin sentido, tenía que ser absurdo pero no ilógico. Construir ese conjunto de reglas propias sobre las que se desarrolla el universo del Honorable fue lo más complicado.
—Los personajes secundarios de tu libro se acercan a una organización en busca de una cura por alguna fobia loca o rara. ¿Pensaste en sutiles fobias cotidianas y las exageraste? ¿O es puro invento deliberado?
—Estuve leyendo mucho, investigando diferentes tipos de fobias, también me nutrí de personas que conozco, exageré sus fobias para convertirlas en historias, las distorsioné.
—¿Por ejemplo?
—Tengo un amigo que se llama Juan Pérez, de adolescente él tenía un pequeño complejo por su nombre tan común, eso sirvió de materia prima para un relato. 0bviamente llevé al extremo una pequeña molestia que sentía mi amigo.
—¿Vos tenés alguna fobia?
—Hay dos relatos que están basados en mis propias fobias, no te digo cuáles porque además de fóbico soy pudoroso.